(o "De mis razones para lo que entiendo es ser consecuente")
Viendo la insistencia con que la
gente me pregunta o trata de convencerme para que apoye a alguno de los
candidatos que se presentan a las primarias del PSOE-Oviedo a la alcaldía, creo
que lo mejor, para no tener que explicar individualmente es aclarar que no voy
a avalar a ningún candidato. Y mis razones.
Tengo que decir en primer lugar
que, sinceramente, me halaga mucho que haya quien se preocupe de convencerme de
las bondades de tal o cual candidato, sobre todo si quien trata de convencerme
son personas de las que me fío y respeto personal y políticamente. Me halaga
eso en la misma medida en que me molesta que haya rumores dando por hecho mi
apoyo a alguno de los candidatos, o poniendo en mi boca ciertas motivaciones un
tanto espurias para no avalar a ninguno. Ciertamente, no me creía tan
importante.
No avalaré a ninguno de los
candidatos porque ninguno representa (o reúne, mejor dicho) las condiciones que
en mi opinión debe reunir un candidato a la alcaldía. Entiendo que debe ser una
persona de una edad no demasiado elevada (al menos que no represente políticas
de otras épocas) y que a su vez tenga una cierta experiencia política, y
principalmente en política municipal. Que conozca el partido por dentro (porque
uno de sus primeros retos será crear un buen equipo) y que conozca los
entresijos de la ciudad y de la vida política municipal, el funcionamiento del
Ayuntamiento, desde luego, pero también el movimiento asociativo y vecinal, los
barrios, el sector cultural, la vida comercial e industrial, etc. Y además debe
tener una representatividad de ciertos sectores de la ciudad: debe representar,
por empatía y por conocimiento, a toda esa gente progresista que hay en Uviéu
(que NO es una ciudad de derechas y que nunca lo ha sido) y que no vota al PSOE
ovetense. Debe ser alguien que plantee una forma de relacionarse con la ciudad
diferente, y basada en dar respuesta a todo ese sector de voto “flotante” que
acabo de mencionar (y para darles respuesta lo que hay que darles primero es
voz, de eso se trata la comunicación, de que haya dos partes). Debe ilusionar a
esa gente.
Y no digo esto como capricho o
excusa barata. Lo digo –sé que va a quedar cargante y hasta un poco sobrado-
desde el conocimiento de la ciudad. A día de hoy puedo decir que conozco la
ciudad en muchos ámbitos, y no ya por el trabajo político que he realizado en
el PSOE-Oviedo y en JSOViedo, sino porque conozco a mucha gente en muchos
sitios, me he movido en el ambiente asociativo y cultural ovetense, y, dentro
de un cierto ratio de edad o un cierto perfil personal, conozco la opinión al
menos de gran parte de ese sector progresista que no acaba de acercarse al
socialismo ovetense. Y mi impresión es que no estamos ofreciendo lo que en ese
sentido se espera de nosotros y nosotras como partido alternativa de gobierno. La
realidad es que no veo a nadie (o a poca gente) a mi alrededor ilusionándose
por votar a ninguno de los precandidatos de estas primarias, no eran esos
perfiles los que esperaban. Y: 1. Sé que el concepto “mi entorno” no es
sociológicamente representativo, pero sí creo que conozco a gente suficiente
para formarme esa opinión (además de que, sea mucha o poca, cada cual forma su
opinión como quiere, es propia), y 2. Ojalá me equivoque, porque yo lo que
quiero es que gane el PSOE y que se pueda aplicar nuestro proyecto para la
ciudad.
¿Quiere esto decir que son malos
candidatos o no legítimos? Desde luego que no, legítimos lo son desde el momento
que deciden, libremente, presentarse, y además son totalmente respetables los
cuatro. Y no pongo en duda la valía ni personal ni política de ninguno de
ellos. Además, detrás estará, una vez elegido, el partido, con su programa
electoral creado entre toda la afiliación y con el trabajo (mucho) de los
últimos años (décadas ya casi) en barrios, grupos de trabajo, reuniones con
colectivos, etc. Y ese programa electoral estoy seguro de que será el mejor,
tendrá las mejores propuestas de gobierno para la ciudad. De eso no tengo en
duda. Lo que pongo en duda es que sepamos transmitir ala ciudadanía esta
realidad (para mí lo es) de que somos la mejor alternativa y así convencerles
de que nos voten. Lo que no tengo claro es que la ciudad progresista ansiosa por
el cambio pueda votarnos si no somos capaces de transmitir con empatía ese
proyecto, si no somos capaces de conseguir que la ciudad se identifique con el
PSOE-Oviedo. Por eso, porque ninguno de los candidatos tiene todas las
condiciones que yo, personalmente, estimo necesarias (repito, yo,
personalmente, cada cual considerará óptimas las condiciones que quiera),
decidí no avalar a ninguno de ellos. Prefiero no estar en algo a estar sin
ilusión simplemente por estar. Me parece lo más consecuente, y lo más digno que
puedo hacer para actuar acorde a mis opiniones (estas condiciones que me
parecen necesarias las he mencionado muchas veces, si quiero ser consecuente
solo puedo apoyar a alguien que las reúna, y estimo que no es el caso). Lo cual
no quiere decir que no desee que el resultado sea el mejor, ni que quien gane
no vaya a ser mi candidato. Desde luego que lo será, porque será quien le ponga
cara a ese programa que deseo triunfe y pueda gobernar en la ciudad, y ahí
estaré como he estado siempre desde que milito, en campaña, en actividades, de interventor o incluso poniendo cañas en La Guinda,
aportando donde pueda (sólo hay que preguntarme y encantando responderé, me
encanta sentirme útil: de algunas cosas sé y fui cuatro años secretario de la
organización juvenil del partido, lo cual me da una cierta experiencia y
conocimiento de la política municipal). Militando, vamos, porque digo con orgullo que soy
socialdemócrata allá donde vaya y participo y milito hace ya unos años, y esta
decisión de no avalar a nadie (y posiblemente no votar) es lo más consecuente
que puedo hacer con mi militancia, que nadie se llame a engaños ni quiera hacer
interpretaciones que se desmontan simplemente preguntándome a mí personalmente.
Y por esa militancia, y ese
orgullo militante y la creencia firme de que las políticas que llevamos mucho
tiempo trabajando y proponiendo en el PSOE-Oviedo son las que necesita la
ciudad, quien gane será mi candidato. Pero que ninguno reúne las condiciones
que yo creo necesarias es algo que no se me puede negar, más que nada porque
soy yo el que pone los criterios con los que interpreto la realidad para formar
mi opinión. Ojo, las que yo creo necesarias, que cada cual podrá estimar
necesario lo que crea conveniente. Y, claro está, desde la votación de las
primarias hasta las elecciones, quien salga elegido tendrá el tiempo para
mejorar en lo que yo pueda achacarle fallos, y hasta para hacerme sentir
equivocado. Ojalá, me alegraría un montón. Pero a día de hoy sería un hipócrita
si después de defender un tipo de perfil para la candidatura, apoyara a otro. Y
creo que es una opción respetable, como respetable es la opción de quienes,
desde la ilusión con una precandidatura se movilizan estos días para pedir
avales (yo lo hice con las primarias federales por Edu Madina, la diferencia
está en que entonces sí estaba ilusionado y absolutamente convencido de que era
la persona que debía dirigir el partido), pero yo ya he expuesto las razones
por las que no me movilizaré en este sentido. Suerte para todos y que gane el
mejor.
P.d. Aprovecho para decir que el
sistema de primarias aprobado por el Comité Federal para las municipales es una
total tomadura de pelo. No abrir las primarias en el ámbito municipal es un
fallo imperdonable que puede costar además muchos votos, se pierde la
oportunidad de darle a la gente lo que quiere, un espacio de participación, de
involucración en las decisiones, con todo lo que ello conlleva de arreón social
y de interés vecinal en los municipios en que se quiere el cambio. Por otra
parte, que ni la afiliación de Juventudes Socialistas pueda votar es un
auténtico sinsentido. Y, por último, está bien poner una criba de avales para
las candidaturas, pero subir ésta hasta el 20% del censo me parece un auténtico
despropósito.
P.d. II. Mientras releo mi alegato
sobre las condiciones que considero necesarias (que, aunque parezca que me he
enrollado, está algo simplificado) me doy cuenta de que puede parecer que
proyecto la idea de que no hay personas en el socialismo uvieín que las reúnan.
Y nada más lejos de la realidad, desde luego que las hay, se me viene a la
mente más de una, aunque no las nombraré por respeto. Y del mismo modo que
respeto las decisiones personales de cada cual para presentarse, respeto las de
otras personas que me parecían más aptas para esta tarea (y cuando digo más
aptas para esta tarea digo eso exactamente, más aptas para ESTA tarea).
P.d.
III. Y, sí, me jode, me jode no participar activamente y estar movilizado, con
lo que a mí me gusta, pero no puedo hacer otra cosa. Tomar partido sería, eso,
hipócrita por mi parte.