viernes, 5 de junio de 2009

¡Puxa Europa!


Bueno, parece que tengo el blog en modo "ahorro energético", incluso mi militancia se ha resentido en la campaña electoral del tema que me va a ocupar el post de hoy, que son las elecciones europeas, pero actualmente la certeza sobre el uso de mi tiempo es tan poca que me es muy difícil atender a algunas cosas. Ayer lo comentaba con una amiga, mi participación en esta campaña ha sido de "perfil bajo" comparada con unas generales, pero no ha sido por desinterés, ha sido por falta de tiempo (o, ya digo, distribución inadecuada del mismo y completa inseguridad acerca de la posibilidad de disponer de él) que ya quisiera yo que me hubiera pillado esta campaña en la facultad (quiero decir, con más tiempo libre...:-) y poder dedicarle todo el tiempo que se merecen unas elecciones europeas. De todos modos, algo hemos podido hacer, el Facebook ha servido para la difusión de algunas cosillas, la difusión de algunos mensajes, y en la red han surgido diferentes iniciativas, como Asturias en Europa, que os animo a visitar, ya que aglutina diferente blogs de un montón de gente que seguro escribe mejor de lo que yo me dispongo a hacer a continuación.

Escribir sobre las elecciones europeas en modo electoral es complicado, pues se mezclan cuestiones de
fondo y de forma, de proyecto en global (integración europea) y de contenido del mismo (sentido de la legislación que se vaya a aprobar desde el Parlamento). Puestos a pedir el voto para el PSOE, lo más importante para mí sería destacar que dentro de España somos los únicos que creemos firmemente en el proyecto y que además tenemos el mejor ideario, las mejores propuestas para llenar ese proyecto, basadas en los valores y principios del socialismo democrático.

¿Porqué digo que somos los únicos que creemos de verdad en ése proyecto? A ver, por un
lado estamos rodeados de euroescépticos que se escudan y difunden medias verdades (cuando no cuarto y mitad de mentira) sobre diversos aspectos, del mismo modo que hicieron cuando el referendum de la Constitución Europea, o que hacen ahora con el Espacio Europeo de Educación Superior, el denominado plan Bolonia, que no es exactamente un proyecto de integración europea, pero ante el cual todavía hay quien quiere sembrar dudas fundadas en falacias (ese argumento tan simple de la privatización de la Universidad, que nadie ha sabido explicar aun en base a que lo dicen...). Y por otro lado se planta la derecha española (la derecha más derecha de toda Europa), incurriendo en la increíble contradicción de presentar como candidato a unas elecciones europeas a un hombre que no sólo transige o justifica, sino que directamente alaba las bondades de un régimen por culpa del cual (entre otras muchas cosas) no pudimos ser europeos hasta que llegaron los 80, con un presidente del Gobierno socialista, y un Ministro de Exteriores -por cierto- asturiano (hablando de ese momento, tengo como un recuerdo de mi niñez la retransmisión en aquella estupenda TVE de Pilar Miró de la firma de la entrada en la UE, entonces CEE, y recuerdo pensar en que estaba pasando algo muy importante. algo histórico, sin saber -tenía 5 añines- que realmente así era). Supongo que no corren los mejores tiempos para el proceso de integración europea, desde Maastricht y el último impulso de los 90, han sido muchos los varapalos, retrocesos o parones que se han dado, el último con la Constitución Europea. Sin embargo, con el marco del Tratado de Lisboa, con una carta de Derechos Fundamentales similar a la que preveía la Constitución, y con un mayor poder de decisión por parte del Parlamento, estas elecciones se plantean especialmente importantes para continuar el proceso, que si bien ha salido remendón en los últimos años, ello no obsta para que siga siendo tan ilusionante como lo fue la entrada en el 86.

Por otra parte, y para que se entienda, hay que decir que son unas elecciones legislativas, que de la mayoría que salga en el parlamento Europeo dependerá en gran medida la legislación que la UE apruebe y las directivas que a s
u vez supondrán posteriormente, mediante su transposición, normativa a aplicar en los estados. Por eso el domingo elegimos un modelo de sociedad, de sociedad europea. Yo al menos tengo claro que prefiero un modelo basado en principios y valores sociales, que cree un eje de lucha contra el cambio climático y apueste por la sostenibilidad energética, un Europa que se constituya como eje de paz a nivel mundial y que tenga la solidaridad y la cooperación como prioridad, que tienda puentes hacia Oriente y hacia África (importantísimo el papel de Europa como puerta en el enclave euromediterráneo). Yo tengo muy claro que quiero el modelo de la ciudadanía europea, un modelo de libertad en un espacio (físico y jurídico) compartido. Enfrente, nos encontraremos el peligroso modelo de la ultraderecha (a día de hoy, tras las elecciones en Holanda, llegan noticias preocupantes) y el de los conservadores, cuyo modelo a día de hoy dudo mucho que ni tan siquiera exista. Es más, en España al menos, para la derecha las europeas suponen una reválida, un intento de desacreditar al gobierno, pero más allá de eso, del pretendido valor simbólico que quieren darle a unos votos, sigo sin saber qué son para ellos las elecciones europeas. Y no voy a negar que desde el socialismo se haya entrado en el juego en esta campaña, pero sí tengo claro que el PSOE sí sabe para qué concurre a estas elecciones y que lo hace no sólo para ganar, sino para ayudar con esa victoria a conseguir una mayoría progresista que pueda gestionar las políticas europeas en el sentido que he comentado hace unas líneas.

Hablando más de campaña, el Partido Popular debería, como decirlo... debería "hacérselo mirar", estar amparando declaraciones como las de Cañizares sobre la pederastía y el aborto (que me parece inmoral hasta enlazar la noticia), es vergonzoso, indignante, por no decir otras cosas. Y que un go
bierno legisle no implica que esté enmarañando la vida pública para ocultar otras cosas, la reforma de la ley del aborto (para garantizar un derecho como en el resto de Europa) ya estaba en la agenda hace tiempo (y además era necesaria), y es más que paradójico que quien acusa de querer tapar la crisis o las elecciones europeas con la reforma de la ley del aborto sea (además de quien realmente hace cortina de humo con la ley del aborto con argumentos medievales) quien ni tiene alternativas o propuestas para la crisis, ni tiene proyecto para Europa.

En fin, que el próximo domingo, todos y todas a votar!! Yo no me imagino un proyecto que pueda ser más ilusionante que el de la Unión Europea, y es importante que eso se traduzca en una implicación de la población asturiana y española, y en una alta participación. Para terminar, un mensaje glocalista: puxa Europa!!