viernes, 18 de noviembre de 2011

El domingo voto para hacer útil mi opinión

Como suelo hacer cada vez que hay elecciones, publico un post el viernes antes de que se celebren. No es costumbre premeditada, es que siempre me pasa que se me echa el tiempo encima y apuro hasta justo antes de la jornada de reflexión (por cierto ¿tiene sentido a día de hoy la jornada de reflexión? A mí me gusta que exista, casi por tema de tradiciones, pero a veces dudo de si importa o no mantenerla). Las elecciones generales que se celebran el domingo son las más importantes que he vivido. Mejor dicho, las más importantes que he vivido con conocimiento de causa: las primeras elecciones del 77 obviamente no las viví, pero las del 82, también muy importantes, no las recuerdo. A partir de ahí, quizás con las del 86, ya tengo recuerdos, además siempre me gustó leer los periódicos, desde muy chiquitín, aunque, cierto que yo escuchaba o leía cosas como lo de la OTAN sí o no y OTAN “pa’rriba y pa’bajo”, y recuerdo que hasta me entusiasmaba ese trajín, pero, claro está, no conocía la transcendencia (como anécdota, algo que sí recuerdo no ya entender, pero sí adivinar que se trataba de algo importante, es cuando España firmó la adhesión a la UE, entonces CEE). El caso es que con ese acervo (parece que hablar de Unión Europea mediatiza mi búsqueda de sinónimos:-) considero que las elecciones del domingo se antojan transcendentales, y que su importancia, de la cual podemos ya hacer una estimación objetiva, crecerá con el tiempo y la perspectiva. Y, sobre todo, con las consecuencias. Desde las elecciones del 77 se ha construido un sistema que permite garantizar mínimos a personas con carencias, que permite igualar a la ciudadanía a través de su acceso a los servicios. Ni siquiera se ha finalizado, es un sistema que debe seguir construyéndose, y que de hecho está en continua revisión: por ejemplo, el Salario Mínimo Interprofresional (cuya diferencia con respecto a otros países europeos da buena cuenta de lo que nos queda por hacer) ha crecido desde 2004 en casi 200€. Seguimos lejos de nuestros vecinos y socios europeas, claro, pero precisamente por eso es por lo que no podemos dejar de mantener el progreso del sistema. Quizás ciertas prestaciones no puedan mejorar en un tiempo por las circunstancias económicas, pero al menos deben mantenerse. Cualquier paso atrás será un retroceso difícil de salvar después, destruir es un momento, construir lleva demasiado esfuerzo (corrijo, nunca es demasiado si es necesario, pero sí será grande). Ahí, con el tiempo, puede ser que veamos que la alta importancia que considerábamos tenían estas elecciones cuando se celebraron, se eleva a la eneava (siendo N un número altísimo) observando las consecuencias. No voy a perder mucho tiempo en hablar de Rajoy y el PP, solo un par de cosinas. Su ideario, aún poco reconocible a dos días de las elecciones, ya que no ha adelantado lo que va a hacer si gobierna, se llena de perlas cuando asoma la patita, un tipo que pretende mantener la Sanidad bajando los impuestos (me explique, oiga), que no hará recortes en Educación “porque es competencia de las comunidades autónomas” (claro, ahora que las tenéis todas ya se ocuparán de proceder al “Espe style”), que sigue empeñado en derogar el matrimonio homosexual aunque el Constitucional diga lo contrario, que pretende suspender la oferta de empleo público durante 4 años (bueno, si va a bajar los impuestos no hará falta gente que recaude, y con menos impuestos menos fraude… ¡barra libre!), que critica la Ley de Dependencia (o autonomía, mejor dicho) porque se puede quedar en “papel mojado” y que ahora en campaña dice que eso hay que suprimirlo (sobre esto puedo asegurarle por motivos personales al líder del PP que lejos de quedarse en papel mojado se convirtió en solución y garantía para mucha gente, y que eliminarla dejaría en una situación difícil de sostener a muchas personas). En fin, paro, que había dicho que sobre Rajoy sólo un par de cosinas. Pero me deja una intranquilidad terrible saber (todo apunta a ello) que este hombre, y el proyecto de su partido será quien nos gobierne. No voy a tratar de convencer a nadie de que no vote al PP (es más, quien vaya a votar al PP difícil, por no decir imposible, será que acaba votando a mi opción), pero vislumbrar ese panorama se hace duro.



Mi opción, como barruntareis quienes me leáis (si es que alguien me lee, y como si alguien me lee seguro que me conoce) es el PSOE. No porque sea militante de ese partido creo que sea la mejor opción, la cosa va al revés, porque sigo considerando que el PSOE es la mejor opción sigue siendo mi partido y sigo militando. Claro está ahora habrá (vuelvo a tener la duda de si alguien me leerá) quien comience a echarme en cara los últimos 3 años de gobierno. Y, claro está, no seré yo quien niegue la inconsistencia de ciertas decisiones, o la tardanza en la reacción ante una crisis global. Pero cualquiera que reflexione al respecto deberá rendirse ante la evidencia de que ciertas cosas era imposible mejorarlas. No creo, sinceramente, que ningún gobierno hubiera podido crear empleo en estos últimos años, ni creo que ninguno pueda hacerlo al menos de modo inminente. Pero sí creo que ante ese panorama es importante garantizar mínimos para esas personas, y ahí ha estado el esfuerzo que se debe valorar, a través de un sistema que facilita ingresos a quienes no los tienen, un sistema que podía estar en riesgo, pero que se ha conseguido mantener. Con sacrificios, desde luego, como la bajada de sueldo a los funcionarios o la congelación de las pensiones (y, en ambos casos, garantizando que esto no fuera a afectar a niveles básicos o pensiones mínimas), o con decisiones polémicas, como la subida de la edad de jubilación (algo que realmente tiene una importancia relativa y que es necesario si miramos la pirámide de población de España, aunque no puedo decir lo mismo de la subida del período de carencia para la prestación). Y con decisiones que a veces no entiendo donde está la polémica, como la reforma constitucional: por un lado limitar la deuda para garantizar que podamos hacer frente a otros servicios no sólo era ya criterio de actuación vía UE, sino que además excluye esa limitación para ciertos supuestos y permite realmente poder hacer frente a esos servicios (si te endeudas tienes que pagar la deuda más los intereses, y si gastas más en intereses que en la propios servicios es entonces cuando su prestación se complica realmente); por otro lado el tema del referéndum, aunque un referéndum no sea precisamente una medida de ahorro, a decir verdad no me importaría que lo hubiera habido por lo que conlleva de informar a la gente, de escuchar y demás, pero tampoco me parece un escándalo no convocarlo, al fin y al cabo, es el proceso establecido en la Constitución.




Y, por encima de todo eso, me parece terrible que un proceso como este vaya a dejarnos para la historia una visión de Zapatero como un presidente gris, tal como se quiere dar. No voy a negar esos desajustes en las decisiones, esa tibieza, ciertos errores ante una situación que nos sobrepasó, pero no admito decir que el balance es malo, cuando durante más de cuatro años el gobierno de Zapatero ha hecho de España un país mejor (pero bueno, esto yo creo que da para otro post…).


De cualquier modo, por mucho que en el juego de campaña, inevitablemente, las fuerzas políticas echen unas contra otras por lo hecho, a mí me interesa el futuro, lo que se vota el domingo es un proyecto para el futuro. Yo apoyaré al PSOE y a Rubalcaba, porque con todo, sigue siendo la que creo mejor opción para garantizar el progreso de España. Y cuando digo con todo digo con todo: con ciertas decisiones, con ciertos procesos internos, con la falta de regeneración en ciertos ámbitos (ante todo ello, por cierto, aunque pueda criticarlo internamente, lo asumo feliz porque somos una organización democrática y así se toman tales decisiones). Con todo y ello seguimos siendo la única fuerza capaz de garantizar el equilibrio para sostener un sistema que, como dije antes, aún está en construcción (de hecho, la aportación más importante a ese sistema de los últimos años, la ley de Dependencia, demuestra que sí es posible seguir dando paso adelante) a través de medidas responsables que no disparen el gasto sin sentido, pero que cuando lo disparen porque sea necesario haya un colchón de ingresos para ello. Somos quienes apostamos por un modelo racional para impulsar el desarrollo económico, apostando por facilitar la contratación y gravar la contratación temporal a través de una mayor cotización de dichos contratos, lo cual supone un incremento de los recursos del sistema y un incentivo a la contratación indefinida. Acercar los costes de los contratos en cuanto a despido puede no parecer a primera vista una medida buena (aunque la teoría económica diga lo contrario) ni popular, pero compensando con medidas como la mencionada es la vía que puede suponer un impulso al desarrollo económico y a la contratación. Por cierto, el PSOE debe ser la única fuerza que se moja en esto, el PP supongo que apuesta directamente por el contrato único sin matiz ninguno, e IU no he visto nada en su programa acerca de costes de contratación y despido (y, francamente, me parece importantísimo tener claro cómo equilibrar ambos). Somos el único partido que apostamos por defender el sistema público sanitario, el educativo (además sumar el período de 0 a 3 años como parte del mismo). En realidad sobre esto hay que decir que no somos los únicos, presupongo que al menos IU defiende también esto, pero la verdad que esta campaña -y me permito un inciso- se han preocupado más de meterse con el PSOE que de hacer propuestas, o a mí me ha parecido. Y, sí, claro, por nuestra parte también hemos soltado puyas, a qué negarlo, pero a veces es inevitable contestar: a mí si me dicen que es necesario luchar contra el PSOE porque ha recortado los derechos del colectivo LGTB directamente me enfada, del mismo modo que me enfade la coletilla de ser iguales que el PP (supongo que será una estrategia de diferenciación dentro de la izquierda, un poco burda, pero estrategia), o que se nieguen a reconocer que en Extremadura le han dado el gobierno al PP (a cambio de algún puestín, luego sí que parece un pacto, de hecho hasta el PP aprobará presupuestos sin problema). Pues mira, sí, le habéis dado el gobierno al PP. La respuesta a esto es sabid, que si el PSOE también en no sé dónde y en no sé dónde más… Bueno, pues sí, sí, el PSOE lo hemos hecho en algún sitio, no es que yo esté orgulloso de ello, pero: 1. No se trata del “y tú más”, y 2. Aceptando incluso el “y tú más”… ¿tan difícil es reconocer ciertas errores? ¿o es quizás que no se considere un error?


Apostamos también por una nueva fiscalidad, algo que en estos tiempos se antoja una necesidad para sostener el sistema, una fiscalidad que recaude y que permita el desarrollo y la promoción económica y empresarial pero que no dé lugar a desigualdades. Una fiscalidad que además sea eficiente y luche contra el fraude (uno de los grandes problemas que tiene nuestro sistema). En fin, no voy a extenderme más, ni sobre nuestra apuesta por los derechos sociales, ni el compromiso con la Igualdad (ahí no hay quien nos tosa), ni sobre tantas cosas que quisiera hablar, al fin y al cabo, está todo en el programa, que os invito a leer.




Así que, nada, el domingo, todo el mundo a votar. Y yo llamo al voto útil, cada cual sabrá cuál es el suyo, yo votaré al PSOE porque creo que es la mejor opción, por eso es el mejor voto, y eso es lo que le hace útil. Pero por encima de todo creo en el sistema, y creo que cada voto es útil. Y creo que, aunque quizás podrían replantearse algunas cosas, como los mínimos para consecución de escaño por circunscripción, nuestro sistema cumple perfectamente su labor representativa, y creo en los aspectos positivos de la provincia como circunscripción frente a la circunscripción única (para empezar, porque soy federalista). No sé lo que pasará el domingo, aunque haya vaticinios al respecto nada halagüeños, pero, más allá del resultado, espero que millones y millones de personas se acerquen a votar y a hacer útil su opinión a través del voto.

4 comentarios:

petros marinakis dijo...

aupa!

interesantes reflexiones, le lanzo una custión: qué opinión tiene usted de equo?

reflexiono, luego existo...

Anónimo dijo...

Un haiku politico como lema no estaría mal.

Santiago Bertault

David R. dijo...

Mr. Marinakis, sea muy bienvenido a este mi espacio, donde aprovecho para dar la chapa en largas parrafadas...;-) La verdad que Equo me parece un proyecto un tanto artificial, no sé, supongo que su ideario coincidirá en mucho con el nuestro, posiblemente más que con IU, pero sigo viendo algo raro en Equo, no sé, cómo que no me explico porqué han salido ahora y ese mix de gente que tienen (ojo, perfectamente legítimo de cualqueir modo). Pero claro está, eso es sólo mi opinión es mi opinión.

Santi, igualmente bienvenido. Lo del haiku como lema vale, pero que no me encarguen a mí que eso de la brevedad ya ves que no me va!

Unknown dijo...

Si quieren recuperar a su pareja reza con fe a san cipriano