viernes, 7 de marzo de 2008

Política

La política viene a ser el proceso y actividad orientada, ideológicamente, a la toma de decisiones de un grupo para la consecución de unos objetivos, una actividad, por más que algunos/as se empeñen en desdeñarla, noble. Para mí, al menos, lo es, poner unos ideales al servicio de una sociedad, de un grupo de personas, de una división administrativa, país, estado, nación, o como cada uno quiera llamarlo (porque para mí, lo más importante es que cada uno/a sea libre de llamarlo como quiera) es una tarea preciosa. Mi experiencia política, leve, levísima comparada con la de otras personas que tengo la suerte de conocer (algún día hablaré de mis ídolos), no es más que satisfactoria, me gusta hacer política, me ha hecho aprender, hablar con gente muy diversa, conocer a personas que me han aportado un montón y a quienes yo, en alguna ocasión, y dentro de mis posibilidades, he podido aportar algo. Eso es grandísimo. La política, por otra parte, es un arte, pero es algo muy serio. La política no puede esatr manchada de mentira, ni puede ser tomada a chufla. La política es el careo de las ideas, de los proyectos, de lo que cada cual defiende, argumentando las bondades de tus opiniones sin descalificar ni mucho menos reírse del contrario.

¿A qué viene esto? Viene a que hoy cierra la campaña electoral, y yo, ya he elegido. Si tenía claro quién quería que me gobernara a partir del próximo domingo, ahora lo tengo más claro. En primer lugar porque José Luis Rodríguez Zapatero ha demostrado ser capaz de hacer una campaña digna, sin caer en las trampas de la derecha, sin insultos, con propuestas, y movilizando a la sociedad entera para que el próximo domingo vaya a votar. Porque además, hoy España es sin duda alguna mejor que hace cuatro años. Por ello votaré a Zapatero con más fuerza y convicción de la que nunca he tenido en ninguna elección, porque Zapatero sí me parece un político, y de los grandes.

En el otro lado, los que reniegan de la politica, los que quieren hacer creer a la gente que somos todos iguales, poermítanme decirles una cosa: ni en mil años quisiera ser igual que ustedes. Los que han sembrado la división en España, los que han utilizado la mentira para descalificar al adversario con insultos: señor Acebes, ¿cómo pudo usted tener la cara de decir que el proyecto del PSOE es el proyecto de ETA? Señor Rajoy ¿cómo se atreve a decir que el presidente del gobierno agrede a las víctimas? Cosas como esas son lo más rastrero que yo he visto en política, pero claro, decir que ustedes hacen política es decir mucho, por favor, si su partido no quiere que la gente vaya a votar.

Frente a eso, lo que se vio en el debate del pasado lunes, Zapatero sacando propuestas que solucionen los problemas de la ciudadanía (y lo que es más importante, reconociendo problemas y poniendo sobre la mesa los esfuerzos que en cada ámbito se han hecho, y los que se quieren hacer), y Rajoy embarullando interesadamente, sin nada que ofrecer más que una supina chulería rayana en lo maleducado, creyendo erroneamente que un debate se gana siendo marrullero, liando el debate, cambiando de argumentos interesadamente... Por supuesto que Zapatero no avasalló al contrario; ni falta que hace, Zapatero triunfó con la verdad, la transparencia (puso sus datos a disposición de la ciudadanía) y las propuestas que le dio tiempo a hacer mientras Rajoy revolvía ilusamente el río creyendo que sería para su ganancia.

Pero ahí está la estrategia que ha seguido el PP, la misma de estos años, enfrentar con argumentos falaces e interesados, o insultar y arrinconar a quien no está de su parte. Como ha pasado con el mundo de la cultura, para el PP "titiriteros", "cómicos". Ni cuenta se dan de que términos tan bonitos no podrán ser despectivos ni saliendo de su boca, pues hay más dignidad en un segundo de la obra de un "titiritero" que en toda la ristra de mentiras que ellos sueltan. Ya lo dijo Bardem en su dedicatoria al ganar el Oscar "Esto es para las personas que han dignificado la profesión de cómico en España. Esto es para España". Me acuerdo ahora de los cómicos de "El viaje a ningna parte", del fallecido Fernán Gómez, o de aquella frase de Lorca que decía algo así como "Cada cosa tiene su medida, y la poesía es la medida de todas las cosas". Pues eso, qué haríamos sin poesía, sin música, sin cultura. Yo nada absolutamente, no podría vivir, puede que la derecha que nos ha tocado sí pudiera, allá ellos si sus corazones son de piedra y su cerebro de mazapán, allá ellos.

Yo, por mi parte, creo que en política debemos defender la alegría, como nos dicen desde la plataforma PAZ, pero siempre considerando la vida pública un escenario digno y que no puede ser convertido por nadie en un sainete, por más que intente con ello ocultar su total alejamiento de la realidad, su desprecio hacia los intereses de la ciudadanía y su total carencia de un programa político. Estoy hablando, claro está, de Gabino de Lorenzo, ínclito alcalde de mi ciudad y número uno de la lista popular al Congreso por Asturies. Alguien que nos ha asombrado con propuestas como autopistas a Covadonga, AVES al aeropuerto y, claro está, con su puesta en escena de vídeos en los que poder insultar al contricante, dibujos, y notas de prensa manuscritas escritas en un supuesto asturiano, ya que ahora además se ha erigido como defensor de "los bables". Que sepa el señor De Lorenzo, que no hay varios bables, hay una Llingua Asturiana normalizada por la ALLA, y que no venga a intentar engañar a los asturianistas diciendo que lleva quince años en el Ayto de Oviedo denfendiendo el asturiano, porque bien podía haberlo demostrado en las diversas ocasiones en que JSO o el Grupo Socialista pedimos en mociones y escritos la puesta en marcha de una ordenandas municipales de uso del asturiano. Ahí podía haber defendido el asturiano, y no ahora, cuando relega la llingua al chigre, creyéndose que las babayadas son más graciosas en asturiano: pues no, seguirán siendo babayadas propias de alguien que sólo sabe faltar, y el asturiano seguirá siendo una lengua digna, dignísima, que más allá de sus tonterías tiene ya un sitio mucho mejor que el que usted quiere reservarle. Y, ah, si quiere hablar de oficialidad, hable, atrévase, y si no, tráguese sus palabras, porque si el límite es la oficialidad, hasta ahí (aunque a mí me pueda parecer poco) ya ha llegado el actual gobierno desarrollando la Ley de uso y promoción. En fin, usted a lo suyo, a dar espectáulos circenses de pésimo gusto, esperar que su comitiva de aduladores (tránsfuga incluído) le rían las gracias, y a gestionar el Ayuntamiento desde Benia de Onís, como ha hecho hasta ahora. Eso sí, con una diferencia, ahora tendrá que estar también en Madrid, ¿cómo lo va a hacer, Don Gabino? ¿Se va a clonar o le es tan indiferente el congreso como el Ayuntamiento de Oviedo y se pasará cuatro años sin que le vean por allí?

Tenía previsto hacer este post desde ayer, y los acontecimientos de hoy me hicieron dudar de si escribirlo o no, pero pensé que estos cabrones fascistas no pueden interferir en lo que haga, diga, o deje de hacer o decir. El 19 de junio de 1987, Joaquín Sabina daba un concierto en Barcelona, horas antes, esa ciudad había sido cruelmente azotada por la mayor masacre de la banda terrorista ETA, el atentado del Hipercor, saldado con quince muertos. Sabina dudó si anular el recital, pero en el último momento, decidió seguir adelante "la muerte es una canallada nazi y fascista y la única manera de que nos nos callen es esta, seguir cantando". Por eso, porque pensé en que tenía que seguir hablando, dedico este post a la memoria de Isaías Carrasco, un demócrata.

Y si ETA quería abstención, pues el domingo toca responderles: todos/as a votar.

No hay más patria que la humanidad.

Sonando: una de Woody Guthrie (que llevaba escrito en su guitarra el lema "This machine kills fascists"), interpretada por Springsteen "This land is your land"

1 comentario:

Laura Robles Castro dijo...

Ya te puse ese enlace que me decías... para que luego te quejes!!