jueves, 26 de febrero de 2009

¿Qué pasa con la música en directo en Oviedo?

La pregunta es una de las más repetidas por quienes somos aficionados a la música y vivimos en esta ciudad, sí, la benemerita, invicta y heroica... En primer lugar, me gustaría partir de la base de desmontar un mito, ni Oviedo está muerto, ni se puede decir que no haya escena musical (hay músicos de rock a patadas, de diversos estilos, y de gran calidad), ni se puede tampoco afirmar que no haya público potencial. Veamos: en la actualidad, estrictamente, tan sólo un par de locales pueden realizar música en directo, gracias a que tienen licencia de discoteca (en uno de ellos es donde se arrincona cada año el concurso Oviedo Rock). El resto de sitios (un aplauso para todos ellos, en especial La Antigua o La Calleja, programadores infatigables) que realizan conciertos lo hacen gracias a la buena relación con sus vecinos, respetando unos horarios y demás. La situación surge a raíz de la multa a la Santa Sebe, que hace que el resto de locales que programaban dejen de hacerlo por miedo a represalias similares (por cierto, es paradójico que, hablando de relación con los vecino, en La Santa se llevaban estupendamente con sus vecinos -porque respetaban todos los temas de insonorización, basuras y demás- y quien denunció fueron los vecinos del Rosal... a unos 300m del local). Hay que decir que nuestro Ayuntamiento se escuda además en la existencia de normativa autonómica que delimita horarios y demás, pero, la pregunta es ¿se puede apostar, dentro de la legalidad, y respetando esa normativa, por rechazar la proibición taxativa y llevar a cabo una solución para Oviedo que pueda tener contentas a todas las partes? Obviamente sí.
¿Que por qué obviamente? Pues porque lo normal en un municipio civilizado sería que el Ayuntamiento se pusiese en contacto con todas las partes implicadas, en especial con aquellos locales con vocación de programación muical y cultural en general, para acordar unos límites en cuanto horarios, ruidos e insonorización, higiene y basuras (requisitos que la mayoría de locales ya cumplen) y permitir que lleven a cabo las actuaciones sin problema alguno. Sería, en fin, llevar a cabo una ordenanza municipal que acotaría la aplicación de la normativa autonómica dentro del municipio de Oviedo. Y por favor que no digan que no tiene encaje legal, que lo tiene, lo que no se puede hacer es prohibir porque sí y no buscar una solución dentro de los límites legales que pueda facilitar que siga habiendo música en directo.
Lo mejor de todo esto es que nuestra ciudad provoca la paradoja de que los grupos ovetenses tengan unos locales -el centro Pedro Bastarrica- que están bien (porque estar están bien, aunque haya problemas de turnos y demás) y luego si quieren tocar por ahí tengan que hacerlo cuando puedan, y como puedan (cuando un local realiza conciertos y no sabe si mañana podrá seguir realizándolos, lógicamente no querrá invertir en un gran equipo de sonido, y los grupos que comeinzan no siempre tienen todo lo necesario, aunque por fortuna existe una red de solidaridad amplia en lo musical en Oviedo).
Por otra parte, en cuanto a la oferta ahora mismo lo único que existe en Oviedo en cuanto a pop-rock es lo que trae Cajastur. Luego está San Mateo, donde el apoyo a los grupos locales se ha materializado en el denigrante Musicovi de este año: tropecientos grupos metidos en unas horas, tocando 20 minutos cada uno, y sin ni siquiera tener en cuenta el criterio popular al cortarle el sonido a uno de los grupos, Amon Ra, que tocaba allí por última vez. El modelo más óptimo sería que los grupos locales pudieran tocar de teloneros (o preteloneros si hay dos grupos más) en los conciertos mateínos, antes que las -se supone- estrellas que nos traen en las fiestas. Por otra parte, San Mateo, como fiestas de todos/as los/as ovetenses, no puede estar sujeto en su programación a unos criterios netamente comerciales. El ejemplo de Xixón está ahí, allí efectúan una programación -aparte de la que durante todo el año llevan cabo las promotoras privadas- que conjuga lo más comercial (lo que suena en los 40, vaya) con lo más vanguardista e independiente de la música, y lo hacen en fiestas, en Semana Negra o en Festival de Cine, eventos todos ellos en los que se vuelca la ciudad. Y si eso no es muestra suficiente de que el argumento de que lo independiente no tiene tirón es un tanto engañoso, cabría analizar cual es el tipo de público que demanda ese tipo de oferta, y habría que llegar necesariamente a la conclusión de que se trata de un público más fiel, que se mueve más a nivel musical. Por ello las actuaciones de este tipo de grupos, dado que además no suponen costes tan excesivos, si se realizan en auditorios medianos y bien acondicionados pueden ser exitosas.
Por otra parte, todas las circunstancias mencionadas con respecto a horarios y locales repercuten necesariamente en que aquellos que tratan de procurar una alternativa desde la oferta privada encuentren mil y un problemas para desarrollar su tarea, cuando lo lógico sería que encontraran todo facilidades.
Por último está el tema del Oviedo Rock. Es indignante que un concurso que trata de mostrar l música que se hace en esta ciudad sea arrinconado año tas año, primero en Plaza Feijoo y ahora en una discoteca (con las cervezas, hay que decirlo, a precios de C/Serrano). No hay que ser un lince para darse cuenta e que ese concurso está mal planteado desde el principio, es hacer un concurso por hacer un concurso, sin ninguna base -ni ningunas ganas- para hacerlo bien, y lo salvan los propios grupos, que gracias a él al menos pueden tocar en directo, y los colegas de los de los grupos, que ya que sus amigos tocan en concierto acuden a verlo. Pero por faltarle le falta visibilidad (en cuanto a ubicación, en cuanto a publicidad y en cuanto a vinculación con las propias fiestas de San Mateo, que parece que está al margen); mejorar el tema de sonido y producción (que los chavales que tocan están empezando, pero al menos habrá que darles la oportunidad de que toquen de manera decente y no les des el equipo más modesto de todo lo que se us a en San Mateo), y también mejorar la dotación de los premios (incluso se pueden hacer premios complementarios que no sean de dinero como horas de estudio pagadas, grabación de un disco, utilización de música del grupo en alguna campaña...).
De cualquier modo, es importante recalcar que aun así sigue saliendo gente en Oviedo, sigue habiendo chavales que montan su grupo con toda la ilusión del mundo, y gente que ha salido adelante y que gira por el resto de Asturias y de España; así como también hay público que esperamos ansiosos las pequeñas oportunidades que la ciudad (su gente) nos da para disfrutar de un buen concierto... y mañana los premios AMAS se entregan en Oviedo, ya lo dijo Pablo Moro el año pasado al recibir el suyo, resulta más que paradójico que unos premios así se entreguen en una ciudad como esta. Cosas veredes.

3 comentarios:

Daniel dijo...

A Gabino de Lorenzo es de las personas que odia la musica en directo y en vinilo. Un saludo.

LA CULTURA ES VIU EN VIU dijo...

El próximo dia 7 de marzo, de 18:00 a 20:00h, multi-concentración con actuaciones en la calle, en seis lugares de Lleida ciudad, para reivindicar el libre acceso a la Cultura, y contra las reiteradas prohibiciones a la música en directo en los locales. Te apuntas? Más info: www.esviuenviu.blogspot.com
(si por el idioma no entendeis algo, os lo traducimos gustosamente)
Saludos

Anónimo dijo...

De nuevo te repito que una buena actualización del blog nos vendría muy bien:¡han pasado 2 años y muchísimas cosas en la ciudad de Oviedo!:¿no salis en San Mateo que hay actuaciones musicales en directo,o acaso no os atraen los aristas que contratan y es eso por lo que protestais,ah,por cierto en todas las fiestas de barrio hay actuaciones en directo.